Pareciera ser que la única manera de tomar conciencia sobre el estado actual del medioambiente y el aire que respiramos es cuando vemos amenazada su propia existencia y estabilidad.
Desde hace décadas, el desarrollo sustentable es un factor ineludible a la hora de planificar un proyecto arquitectónico. Mientras los líderes internacionales, nacionales y regionales continúan buscando un plan para su implementación y regulación a nivel mundial, cada vez más empresas se interesan en su aplicación.
Una de las ventajas competitivas que pueden marcar la diferencia en una empresa, es cuán responsable y amigable con el medioambiente es, tanto en el manejo de sus residuos y consumo de energía como en el desarrollo estratégico de sus operaciones.
Hace unos años, imágenes de la tribu africana de los Daasanach dieron la vuelta al mundo. En las fotografías, se mostraba cómo lucían con orgullo sobre sus cabellos unas decoraciones muy especiales. En lugar de diademas o peinillas, estos etíopes ostentaban en sus cabezas tapas de refresco, pedazos de acero e incluso relojes metálicos usados. Bien dicen por eso que la basura de un hombre es el tesoro de otro.
La valoración y utilidad de las conductas ambientalmente responsables en las empresas es muy distinta a lo que era hace algunos años. Hoy, aspectos como la reutilización del agua y la disminución de desechos pueden generar grandes ventajas a la hora de hacer negocios, como la atracción de inversionistas y una mejor percepción de la empresa por parte de los clientes.
El evidente deterioro actual del medioambiente, debido a las malas prácticas que han dominado durante siglos a la producción industrial y agrícola en el mundo, ha despertado en diferentes sectores de la sociedad un sentimiento de urgencia en lo respectivo a la búsqueda de soluciones que reviertan esta situación. En esa línea, un recurso que ha estado tristemente en boga por su escasez es el agua.
Mediante el uso eficiente de la energía y la aplicación de tecnología verde en tu empresa, las organizaciones pueden ser más competitivas al disminuir sus costos operativos sin disminuir la calidad de sus productos. Sin embargo, más allá del ahorro de energía, las grandes empresas buscan contribuir con la conservación del medio ambiente para fomentar un desarrollo sostenible.
Durante este año que está por terminar, es importante compartir algunas de las grandes bondades en México nuestra tierra, a comparación de otros países del mundo. En los blogs pasados les hemos compartido acerca de la contaminación en el mar, tierra, aire... sin embargo es importante resaltar también algunos de nuestros diferenciadores y virtudes como país, con nuestros recursos naturales.
En estos días donde la escasez nos ocupa y el tema de la salud, nos preocupa ya que intentamos evitar acciones que dañen nuestra salud. Existen cifras y casos que nos alarman y es importante que estemos informados, así como tomar las adecuadas acciones.
Queremos compartirles algunos datos importantes acerca de la contaminación del agua que todos debemos conocer.
A nivel mundial uno de los ríos más contaminados es el Matanza-Riachuelo el cual fluye por Argentina, amenazando la salud de la gente de bajos recursos que vive en la ciudad ya que son los primeros consumidores de la misma. Buriganga River en Bangladesh es otro de los ríos contaminados que ocupa un lugar importante; así como en la central de Kosovo, los recursos de agua se secan rápidamente en el verano, el consumo de agua impura encabeza algunos desastres en áreas rurales. Un proyecto de la UNICEF se basa en educar a los niños en medidas de higiene básica y la importancia de consumir agua purificada o al menos limpia que puedan consumir.
¿Estamos en la era del consumismo? Entonces iniciemos con la cultura del reciclaje.
Hoy quisiera compartirles una historia de añoranza de aquellos quienes no somos de la generación de los Millennials, y nos tocó vivir una época antes del consumismo, antes de las grandes cadenas como HEB, Soriana, Oxxo, etcétera, podremos recordar aún que nuestros padres compraban la leche en botellas de vidrio, o el pan nos llegaba en una bolsa o papel revolución lo que ahora llaman "papel reciclado", el yogurt era casero algunas veces nuestras madres lo preparaban con animalitos que les compartían las vecinas y los dejaban en la coladera por un día, o las aguas frescas siempre eran preparadas por frutas de la temporada inclusive algunos recordarán que las preparaban con semillas de la papaya o el melón que dejaban secar al sol y eran súper frescas y deliciosas.
